Logo Bahía Blanca Sociedad de Bolsa

Reservas 16.05.25

Se estipula una nueva emisión de bonos en pesos

Imagen de Reservas 16.05.25

Leer más…

Por ahora, el dólar mayorista se mantiene a prudente distancia del piso de la banda cambiaria. Cotiza a $1.130, lejos de los $1.000 señalados por el equipo económico como señal para que el Banco Central compre divisas y engrose reservas.

A pesar del discurso oficial, en el mercado por ahora son pocos los que creen que la divisa norteamericana pueda caer tanto, más allá de los esfuerzos, oficiales y extraoficiales, por tirar abajo la cotización.

Una de las razones es que el FMI vigila: luego de trascender que el Banco Central habría puesto unos u$s500 millones para desinflar el dólar futuro, en el organismo multilateral no verían con buenos ojos seguir con esa modalidad. El FMI ya se quemó con leche cuando le hizo un préstamo multimillonario al gobierno de Mauricio Macri, y gran parte de esas divisas se las llevaron las intervenciones en el mercado cambiario.

El FMI vigila: ¿el Banco Central usó reservas para contener el dólar futuro?

Según la consultora 1816, el Gobierno “parece haber intervenido de manera muy agresiva en futuros de dólares el jueves 9 de mayo último. Es que ese día el interés abierto subió u$s869 millones en una rueda, inédito en toda la era Milei (el récord anterior era 164 millones), y muy pocas veces visto desde 2015″.

Si bien el acuerdo con el FMI no prohíbe la intervención en ese mercado, el staff report del organismo sostenía que el Gobierno “no esperaba” participar allí.

Igual, el Gobierno está convencido -o dice estarlo en clave electoral- de que el dólar unificado tocará el piso de la banda de flotación en el corto plazo y eso obligará al Banco Central a actuar a través de compras de divisas para alimentar las reservas y evitar una apreciación mayor del tipo de cambio. Para eso, dispondrá de un mecanismo discrecional que se activará apenas la moneda norteamericana toque los $1.000.

Más allá de a quién le termine dando el tiempo la razón, el equipo económico ratifica que por los fundamentos del plan económico y por el flujo de divisas esperado para estas semanas, en medio de la cosecha gruesa del agro y el posible ingreso de dólares financieros para invertir en activos en pesos, el dólar se dirigirá con rapidez hacia el piso de la banda de flotación libre. Es otra interesante pulseada en el mercado.

El BCRA ya explicó que cada vez que el tipo de cambio opere en el valor inferior de la banda, procederá a comprar dólares para defender el valor en la misma y, en el proceso, acumular reservas internacionales. También aclaró que la emisión de pesos resultante de las compras de divisas por parte del BCRA no será esterilizada, facilitando la remonetización económica que pueda resultar de aumentos en la demanda real de dinero.

En el caso inverso, si el dólar llega a los $1.400 -techo de la banda- el BCRA venderá divisas, lo que provocará una contracción de pesos.

Uno de los objetivos es mantener el equilibrio monetario. “Seremos totalmente ortodoxos con esto”, explicó el ministro de Economía, Luis Caputo, ante los ejecutivos de finanzas del IAEF.

El respaldo de EE.UU., clave para el plan económico de Luis Caputo

Para los especialistas, esos lineamientos no implican que no pueda tomar medidas mientras esté en el rango de flotación, pero en Economía y el BCRA insisten en que solo se entrará en acción cuando se superen o perforen el techo o el piso.

Pero los expertos consideran que si hubiese movimientos disruptivos en el mercado, el BCRA podrá intervenir, y recuerdan, además, el fuerte respaldo que brindó el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent.

“El secretario del Tesoro dijo que la Argentina contará con el respaldo de los Estados Unidos en caso de producirse una crisis inesperada, lo que representa un fuerte espaldarazo”, explicó a iProfesional el economista Nau Bernués.

Pero una de las claves que explican la tranquilidad en el equipo económico es que si necesita operar sobre la liquidez del sistema monetaria, el BCRA podrá actuar sobre el mercado secundario de pesos a través de los bonos del Tesoro que están en su poder, o bien cambiar las exigencias de encajes de depósitos a los bancos, otra medida habitual para restringir o ampliar la cantidad de dinero.

El Central podría intervenir con compras directas en el mercado, y no necesitaría realizar subastas o licitaciones como en la última experiencia fallida, entre 2018 y 2019.

Pero, además, el Gobierno analiza un nuevo mecanismo para captar dólares sin tener que esperar que el tipo de cambio toque los $ 1.000 para sumar reservas.

La estrategia del Gobierno para sumar reservas, sin que el dólar toque los $1.000

Según financistas, se trata de la emisión de bonos con dos modalidades (pesos contra dólares o dólares contra dólares).

Estarían destinados a fondos de inversión extranjeros y bancos, que mantienen contacto habitual con el equipo de Caputo, a quien históricamente apodan “el mago de las finanzas”. Ese recurso se utilizaría en caso de que se aproximen los fuertes vencimientos de deuda de fines de junio y se note algún inconveniente para afrontarlos.

El director del Banco Central Federico Furiase destacó, además, que “con los dólares del FMI y los que vas a recibir, el Banco Central ya está recapitalizado”. Y señaló que para reforzar las reservas hay herramientas como “la cuenta capital, la entrada de dólares internacionales o colocaciones del Tesoro”. Así, cerca de Caputo buscan sumar argumentos para hacer frente a los interrogantes que circulan por la city porteña.

A esto se sumó la confirmación de que el BCRA concretará en el corto plazo un nuevo préstamo REPO -Repurchase Agreement- con una participación de bancos internacionales más alta que en la operación anterior, para reforzar sus reservas líquidas. Lo anticipó el vicepresidente de la autoridad monetaria Vladimir Werning. Podrían sumar unos u$s2.000 millones.

Un Repo es una operación donde se vende un activo -en este caso serán Bopreales- a cambio de una suma de dinero, con el pacto de recomprarlo en una fecha posterior y a un precio determinado.

Werning dijo que la “confianza” generada por la implementación de la Fase 3 del programa económico y los más de 350 puntos básicos que ha caído el riesgo país -está en 670 puntos- desde la salida del cepo cambiario, le permite a la Argentina concretar la ampliación de nuevas facilidades de REPO del BCRA.

Además, al tanto de las dudas del mercado, Werning explicó que las reservas líquidas se seguirán reforzando durante 2025 con desembolsos de fondos de organismos multilaterales.

A fines de diciembre último, el BCRA cerró una licitación de acuerdo de recompra con cinco bancos internacionales por u$s1.000 millones a una tasa del 8,8% anual y un plazo de 2 años y 4 meses. Las entidades que participaron de la operación fueron Santander, ICBC, JP Morgan, BBVA y Citi. El abanico de bancos se ampliaría ahora a siete.

Los objetivos de recomposición de reservas son considerados relativamente exigentes por el mercado.

¿Podrá el Gobierno cumplir las metas de reserva con el FMI?

Milagros Gismondi, economista y analista de Cohen Aliados Financieros, señaló que el acuerdo con el FMI establece metas trimestrales para 2025 que implican una acumulación de u$s8.900 millones hasta fin de año. “El objetivo es cerrar 2025 con un stock positivo de u$s1.600 millones, partiendo de un nivel actual negativo de u$s7.300 millones”, detalló.

Pero aclaró que estas metas podrán ajustarse si los desembolsos de organismos multilaterales y bilaterales no se concretan en los montos previstos. “Si los ingresos por financiamiento general se ubican por debajo de los u$s5.173 millones proyectados para todo el año, las metas se reducirán en forma proporcional, con un tope de ajuste de hasta u$s4.000 millones”, explicó.

Como se ve, el margen de maniobra que tendrán Caputo y su equipo es bastante generoso, a tono con la excelente relación construida con el staff del Fondo. A esto se suma que cayó muy bien en el organismo que Milei haya decidió sobre reaccionar a la meta de superávit fiscal objetivo, al subirla del 1,3% del PIB acordado, al 1,6%.

Hay que tener en cuenta, además, que el Presidente tomó esa decisión cuando parecía que el escenario internacional colapsaba por la guerra arancelaria lanzada por Donald Trump, que ahora ha cedido luego del acuerdo alcanzado con China.

Según Gismondi, el BCRA debería acumular unos u$s5.000 millones hasta fin de año, con un ritmo estimado de u$s1.400 millones hasta junio y u$s4.000 millones en el último trimestre del año. Nada imposible de cumplir.

No obstante, según el apartado técnico que el equipo económico y el staff del organismo acordaron, los desembolsos del FMI no podrán ser tomados en consideración en la meta de acumulación, sino que se buscará una medición del ingreso «genuino» de dólares post modificación del esquema cambiario a mediados de abril último.

Además, esos ingresos no están limitados solo al saldo comercial -que igualmente aportaría la mayor porción ya que en este trimestre se concentra más del 40% de la cosecha de soja- sino que las metas de reservas netas se ajustarán al alza según el monto del endeudamiento externo bruto del Tesoro y del BCRA con acreedores privados en moneda extranjera desde la fecha de inicio del programa hasta fines de 2025.

Bonos “peso linked”, otra alternativa del Gobierno para acumular reservas

Ante este escenario, el Gobierno tiene además la vía de emitir bonos en pesos que se compran en dólares, o bien títulos denominados directamente en moneda extranjera. Es la opción que mencionó Furiase, uno de los funcionarios más involucrados en el tema. Dijo que esa opción está permitida para acumular dólares de acuerdo al criterio que estableció el FMI.

Pero más allá de la estrategia del Tesoro, una emisión en bonos próxima será la del Bopreal 4 que hará el Banco Central, por un monto que se espera se ubique en los u$s3.000 millones.

La meta de Caputo es llegar con tranquilidad al próximo pago de deuda a bonistas previsto para julio, que ronda los u$s4.500 millones. Ante ese desafío, el «mago de las finanzas» se guardaría otro as bajo la manga: evaluar un canje deuda, una estrategia que no estaría mal vista por los fondos de inversión. El viceministro de Economía José Luis Daza estaría buceando sobre esa posibilidad y manteniendo reuniones con bancos extranjeros.

Igual, cerca de Caputo aseguran ya tener casi los dólares para hacer frente a ese nuevo vencimiento.

Economía espera, además, que en las próximas semanas empiecen a entrar fondos extranjeros al mercado de cambios con la condición de permanecer seis meses en el país. Esto engrosaría las reservas.

El Banco Central lleva 16 ruedas sin comprar ni vender divisas en el mercado. Es un tiempo récord al menos en este siglo.

En el equipo económico no muestran ansiedad. “La prioridad es la desinflación y la acumulación de reservas ocurrirá cuando el dólar toque el piso de la banda”. Lo dijo Furiase, uno de los hombres claves de Caputo en el Banco Central. Por eso, se celebró especial el dato de inflación de abril, del 2,8%, y que en los primeros diez días de mayo los alimentos hayan arrojado un dato inédito: no hubo variación en los precios, según las principales consultoras.

IProfesional